Los almacenes frigoríficos son entornos extremos, pero son una parte absolutamente esencial de la cadena de suministro moderna. Sin estos almacenes especializados, donde las temperaturas pueden llegar a decenas de grados bajo cero, sería imposible almacenar y distribuir productos congelados. Incluso los almacenes de enfriamiento, que operan a temperaturas mucho más cálidas (pero aún frías) son esenciales para el suministro de bienes perecederos.
Las carretillas son esenciales aquí, como en la mayoría de las operaciones de manejo de materiales, pero no es fácil de operar en estos entornos. Entonces, ¿cómo lo gestionan las empresas que trabajan en este entorno? Cada caso es diferente, pero tres factores principales facilitan las cosas:
Fiabilidad y buen servicio.
Desafortunadamente, las averías están garantizadas cuando se trabaja en estas condiciones difíciles. Lo que cuenta es hacer que una carretilla vuelva a funcionar rápidamente después de que falle. La mayoría de las empresas que trabajan en cámaras frigoríficas tendrán un acuerdo de servicio bastante completo por ese motivo: sin uno, sería difícil alcanzar niveles de productividad y eficiencia decentes.
Densidad de almacenamiento
Los costes de funcionamiento de los almacenes frigoríficos son mucho más altos que los el de los almacenes ambientales estándar. Todo el equipo y la electricidad necesarios para mantener la temperatura no son baratos. Es por eso que el almacenamiento de alta densidad es importante: un almacén frigorífico más pequeño, que utilice el espacio disponible de manera eficiente, es más barato de gestionar. En el caso de Chiltern, se utilizan estanterías de doble profunidad a gran altura lo que ofrece una alta densidad de almacenamiento a la vez que mantiene una buena selectividad (facilidad de acceso a los palets).
Diseño de carretilla elevadora especial.
Si coloca una carretilla elevadora estándar en un almacén frigorífico, no durará mucho sin descomponerse. A temperaturas tan bajas, la vida útil de la batería se reduce, los componentes mecánicos fallan más fácilmente e incluso el acero puede volverse más frágil. Al tener un proveedor de servicio, los operadores de cámaras frigoríficas contrarrestan estos efectos trabajando con carretillas elevadoras especialmente adaptadas. Aspectos como aceites hidráulicos especiales que resisten mejor las temperaturas bajas, dan confianza al usuario.
Otras adaptaciones importantes pueden ser necesarias. En el caso de Chiltern, necesitaban carretillas de doble profundidad de gran capacidad con una altura de elevación de 11,2 metros para poder trabajar con su sistema de almacenamiento de alta densidad. Ningún fabricante cumplió con estos requisitos con una carretilla estándar, pero el departamento de diseño especial de UniCarriers logró crear dos carretillas retráctiles que cumplían con los requisitos a la perfección. En temperaturas extremas, a veces se necesitan soluciones extraordinarias.
Puede ver nuestro Case Study (video) de Chiltern en la parte superior de esta publicación del blog, pero si está interesado en obtener más información sobre este tema, haga clic en el botón a continuación para obtener la guía PDF gratuita, Cómo mantener sus carretillas funcionando eficientemente en frío.
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