La mayoría de las personas en esta industria habrán oído hablar de la regla 80/20, o Principio de Pareto, como a veces se conoce. Es una teoría básica que afirma que en cualquier proceso alrededor del 20% de las entradas son responsables del 80% de los resultados de ese proceso.
En fabricación, por ejemplo, se dice que alrededor del 20% de los defectos en un producto son responsables de alrededor del 80% de los problemas. La regla también puede aplicarse a las ventas: en este caso, el 80% de las ventas a menudo proviene del 20% de los clientes.
El término tiene sus orígenes con el economista italiano Vilfredo Pareto, quien vio a fines del siglo XIX que alrededor del 80% de la tierra en su país de origen era propiedad de un 20% de la población. Investigaciones posteriores demostraron que esta regla se aplicaba también en muchos otros países. El principio de Pareto se popularizó y se adaptó al mundo de los negocios en la década de 1940, cuando quedó claro que era una forma inteligente de analizar los resultados de negocios y determinar dónde enfocar las prioridades.
Como era de esperar, esta regla también se aplica al mundo de las operaciones de almacén, ya que realizar un análisis de Pareto de una operación de manejo de materiales es una manera perfecta para que un gerente de almacén descubra qué priorizar, qué sistemas de almacenamiento usar y dónde deben ubicarse los diferentes productos en el almacén.
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